Juegos de Blizzard que no serán compatibles con Lion

Blizzard ha anunciado que algunos de sus juegos no serán compatibles con Mac OS X Lion. Los juegos que están confirmados que no serán compatibles son: StarCraft, StarCraft: Broodwar, Diablo II y Diablo II: Lord of Destruction. La solución que da Blizzar es jugar a ellos bajo Bootcamp. Es decir, instalar una versión de Windows compatible con el juego en cuestión con Bootcamp e instalar allí la versión del juego en cuestión para Windows. Y funcionar, funciona. Pero tener que comprar una licencia de Windows y  reiniciar el ordenador cada vez que vayamos a jugar no creo que sea, precisamente, la mejor solución.

¿Qué otras opciones tenemos? pues la primera y más obvia es instalar Windows en una máquina virtual bajo Parallels o VirtualBox (entre otros). Con esto nos libramos de tener que reiniciar. La segunda opción es crear una partición e instalar nuestra copia antigua de OS X dicha partición. Y la tercera opción (aunque algo más complicada y que únicamente considero factible en teoría) es instalar nuestra copia antigua de OS X en Virtual Box. No tendríamos que preocuparnos de obtener una licencia de Windows ni que reiniciar cada vez que vayamos a jugar.

Recuperar el número de serie

El certificado de licencia. Normalmente estas pegatinas vienen adheridas al equipo y aunque suelen ser bastante resistentes no es raro que se lleguen a estropear. También es posible que el ordenador se encuentre encajonado y, como suelen ir pegadas en la parte trasera del equipo, resulten inaccesibles.

Afortunadamente existe aplicaciones que nos permitirá conocer la clave de activación de nuestra copia de Windows. Una de ellas es ProduKey. Esta aplicación no solo nos dará el número de activación de Windows sino también de nuestra copia de Office (si lo tenemos instalado).

Instalar Windows desde un pendrive

Cada vez hay más ordenadores sin unidades ópticas. Y aún cuando el equipo disponga de una la velocidad de transferencia de un pendrive junto a su fiabilidad frente a un CD/DVD y a la posibilidad de reutilizarlo más tarde son ventajas lo suficientemente notables como para dejar los discos ópticos a un lado frente a este medio.

Claro que primero deberemos crear un pendrive con la instalación de Windows. Y la mejor utilidad que he encontrado hasta ahora para dicha tarea es WinToFlash.

Básicamente lo único que hay que hacer es seleccionar el origen (el disco de instalación) el destino (la unidad del pendrive que vamos a utilizar) y el programa se encargará de todo lo demás.